«Ciertamente soy menos inclinado a lo maravilloso que muchos ateos, pero no puedo dejar de pensar que las historias de milagros, predicciones, encantamientos, etc., no son más que relatos distorsionados de efectos extraordinarios producidos por ciertas fuerzas latentes o, como se dijo una vez, por poderes ocultos.
Nuestra ciencia sigue siendo tan brutal y tan llena de mala fe; Nuestros médicos muestran tanta impertinencia porque saben tan poco, niegan tan descaradamente los hechos que les perturban, para proteger las opiniones que explotan, que desconfío de esos espíritus fuertes tanto como desconfío de los supersticiosos. Sí, estoy convencido de que nuestro racionalismo crudo es la inauguración de un período que, gracias a la ciencia, llegará a ser verdaderamente prodigioso; El universo, en mi opinión, es un laboratorio de magia, de donde podemos esperar cualquier cosa...»
—Pierre-Joseph Proudhon